lunes, 30 de julio de 2007

Páginas sugeridas por alumnos

Aqui pueden dejar las páginas sugeridas, recuerden que no se trata de copiar sino de alimentar su referente imaginario, para que puedan interpretar con suficiente material, en la medida que su experiencia visual crezca su propuesta creativa también lo hara.

Busquen páginas alternativas, no solo las de los arquitectos de moda o de revista, busquen lo raro, aquellas propuestas que van mas allá de las corrientes de pensamiento establecidas, aquellas que se alejan del "main stream".

miércoles, 14 de marzo de 2007

LA INVESTIGACIÓN EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR, EN EL CONTEXTO DE LAS PRINCIPALES CORRIENTES DE PENSAMIENTO

Por: Neptalí Monterroso Salvatierra



Introducción

Como lo he expresado en otras ocasiones, para mí es un gusto y un alto honor, ser invitado a participar en un evento académico cuya sede es mi bello y horrendo pais. Mucho mas, si se trata de hablar un poco sobre las tendencias que ha seguido el desarrollo de la investigación en las instituciones de educación superior. He trabajado durante los últimos 17 años en universidades públicas mexicanas y anteriormente, por espacio de 11 años, lo hice en universidades guatemaltecas. Son 28 años de una vida profesional que ya sobrepasa cuatro décadas, los que he pasado en las aulas y los quehaceres universitarios; supongo que eso me da un mínimo de autoridad moral para, por lo menos, decir las cosas de la manera más natural posible.

He organizado mi intervención en cuatro partes. La primera, la dedico a establecer cuáles son las corrientes de pensamiento que fundamentan las formas de construcción de los conocimientos científicos. En la segunda expongo las características que ha asumido la investigación científica en el país. La tercera puede considerarse como un mini diagnóstico sobre la investigación científica universitaria, el cual, por razones obvias, lo centro en la investigación que hacemos los técnicos agrícolas (agrónomos, zootecnistas y veterinarios). La cuarta y última parte, la dedico a presentar algunas consideraciones sobre lo expuesto en las tres partes precedentes.

Como en otras ocasiones, mi única pretensión es contribuir al debate entre universitarios.


1. ¿Qué estamos entendiendo por corrientes de pensamiento?

Para que un sujeto se forme como investigador o pueda presumir que hace investigación científica, es necesario que se apoye en un sistema filosófico. Algunos prefieren decir que es necesario que adopte un paradigma, es decir, que se base en una serie de concepciones a partir de las cuales le sea posible orientar los procesos de investigación que realice.

Quienes se dedican a la investigación en ciencias naturales suponen que no necesitan ningún sistema filosófico dado que en ningún momento se ponen a pensar cómo es que producen conocimiento científico. Esto es así por cuanto la base filosófica y el procedimiento metodológico que siguen todos los que se dedican a la investigación en estas ciencias, en cuanto se refiere a la construcción de conocimientos, son siempre los mismos. Se trata siempre del método analítico cuya base es la corriente filosófica denominada positivismo. Los filósofos que se cobijan en esta corriente sostienen que los conocimientos obtenidos por este medio son los únicos que pueden considerarse científicos.

No pasa lo mismo con quienes se dedican a la investigación en ciencias sociales. En virtud de que en estas puede procederse desde diversas bases filosóficas, a cada una de las que corresponde un método específico para la generación de conocimientos, los científicos sociales se ven en la imperiosa necesidad de clarificar el sistema filosófico desde el que orientarán la construcción de conocimientos sobre la sociedad y los fenómenos que ésta produce. De esa cuenta, se ven obligados a estudiar los sistemas filosóficos para entender los fundamentos y las formas en que hay que proceder para alcanzar los conocimientos deseados. A estos sistemas filosóficos es a los que se llama corrientes de pensamiento y que, en términos clásicos, pueden reducirse a tres: el ya mencionado positivismo, el marxismo y la hermenéutica. A cada uno de ellos corresponde un método específico de construcción de conocimientos: el analítico es el método del positivismo, el crítico es el del marxismo y el comprensivo es el de la hermenéutica.

Toda investigación científica se organiza en torno de objetos construidos sobre la base de una corriente de pensamiento y de su método. A partir de una perspectiva epistemológica se construye el sistema de relaciones entre propiedades seleccionadas que presenta todo objeto de estudio. “El punto de vista crea el objeto”, sentencia Bachelard. “Relacionar algo conocido con algo desconocido alivia, tranquiliza el espíritu y da cierta sensación de poder”, concluye Bourdieu.

Por la forma que asumen sus desarrollos, los conocimientos positivistas son mas conocidos actualmente como funcional estructurales, los marrxistas como histórico estructurales y los hermenéuticos como comprensivo interpretativos. En América Latina, los primeros, es decir, los funcional estructurales, siempre han sido los dominantes, los que se generan desde y para el poder; es el conocimiento de los de arriba. Desde los años cincuenta se impulsa a través de los organismos internacionales creados, precisamente, para eso, para trasladarle a los dominados la visión de los dominantes. Este tipo de producción científica ha tenido dos períodos claramente diferenciados: uno llamado keynesiano o del Estado de Bienestar, que en Guatemala va de 1954 a 1986 y durante el cual se aplicó una visión productivista para avanzar en el desarrollo; y otro llamado neoliberal, que en Guatemala se inicia en 1986 y aun no termina, cuya visión del desarrollo ha recibido eufemísticamente el nombre de holística.

La visión histórico estructural es, desde mediados del siglo pasado, la visión de los dominados, la de los de abajo. Es un punto de vista que se expresa desde y para mantener la identidad; es, por lo tanto, una visión contestataria. Se le califica como histórica porque supone que todo es producto del ser humano, humanística por poner el énfasis en los pobladores y no en el modo de producción, y como productivista porque centra su atención en los recursos y en las formas de propiedad que estos han asumido. En Guatemala, esta visión tuvo un período en el que fue dominante, el que va de 1944 a 1954, durante el cual, como todos sabemos, se modificó sustancialmente la estructura de tenencia de la tierra.


2. ¿Qué características han asumido esas corrientes de pensamiento en Guatemala?

2.1. Características de la corriente funcional estructural

• Considera que la realidad está constituida, fundamentalmente, por la vida económica. El desarrollo se alcanza, únicamente, elevando la producción y la productividad económicas. Es una visión economicista.
• Considera que la realidad, natural y social, solo se puede conocer con los procedimientos y herramientas de las ciencias naturales, es decir, con base en el método analítico.
• No atiende, más que tangencial y secundariamente, el deterioro de los recursos naturales y culturales. La principal atención que se da a estos recursos, es con fines productivos.


2.2. Características de la corriente histórico estructural

• Privilegia la investigación de carácter socio histórico (económica, sociológica, antropológica, política).
• Es antiestatista y está ligada a los movimientos populares.
• Busca generar conciencia sobre la realidad social y natural.
• En el medio rural, asume y propone la atención de las principales demandas de los grupos campesinos: modificación de la estructura de tenencia de la tierra y gestión de recursos para la producción.


3. ¿Qué resultados presenta la investigación científica que se realiza en las instituciones de educación superior del país?

Con base en lo expuesto, puede decirse que las instituciones de educación superior han orientado sus esfuerzos de investigación con fundamento en las corrientes mencionadas. De esa cuenta, tenemos que, desde la corriente funcional estructural, se ha logrado:

• Utilizar la construcción de tipologías como estrategia para definir alternativas productivas y para orientar los estudios económico productivos a la satisfacción de las necesidades tecnológicas de los productores.
• Desarrollar la investigación en ciencia y tecnología desde un punto de vista eminentemente productivo. En este sentido, no existe ninguna diferencia con la investigación que realizan las instituciones del Estado y de la iniciativa privada.
• Atender, prioritariamente, las necesidades tecnológicas de los empresarios privados para lograr su contribución en la atención de sus propias necesidades tecnológicas. Desde que se aplica el modelo neoliberal de libre mercado, esto es mucho mas evidente y viene ligado con la pretensión de vincular cada vez mas a las universidades con las exigencias del mercado.
• Desarrollar, fundamentalmente, investigación tecnológica y económica para cubrir las necesidades que presentan los productores que participan en los mercados (los grandes productores) y las que presentan aquellos que tienen posibilidades de desarrollar condiciones capitalistas de producción (medianos productores).
• Desarrollar investigación social (sociológica y antropológica) solamente para definir el tipo de atención que se necesita para paliar las necesidades que presentan los pobladores rurales y los indigentes urbanos.
• Desarrollar investigación ambiental para atender lo relativo al deterioro de los recursos naturales y culturales, y dar paso a su aprovechamiento y conservación.


Desde la visión histórico estructural, la investigación científica desarrollada por las universidades se ha orientado a:

• El estudio de la marginación, la desigualdad y la pobreza rural.
• Al análisis de la estructura agraria del país y las formas organizativas de los campesinos.
• Al conocimiento de las prácticas productivas campesinas e indígenas y al valor que estas tienen en el contexto de sus culturas.
• Al estudio de las manifestaciones culturales populares.

En cuanto corresponde al medio rural, un análisis de lo que se ha hecho en términos de investigación científica, nos lleva a señalar que desde la corriente funcional estructural, las universidades han contribuido desarrollando investigación tecnológica con una visión eminentemente productivista. Como el Estado ya no gasta ni invierte más en este tipo de investigación, a la que le puso atención prioritaria durante tres décadas, las posibilidades de financiamiento se han visto reducidas.

En sentido estricto, la investigación económico tecnológica para el crecimiento agrícola no fue una investigación científica sino una mera repetición tecnológica de lo que se hacía en otras latitudes. Las directrices llegaban de la llamada revolución verde, a través de instituciones como el Cimyt, Cal Poly, Universidad de Carolina del Norte, Universidad de Utha, Universidad de Texas A & M, y otras. Sus más relevantes resultados están representados por el banco de germoplasma que guarda una riqueza genética que, todavía y quien sabe hasta cuando, sigue siendo propiedad del ICTA, es decir, del país. Las pocas investigaciones sociales que se llevaron a cabo dentro de esta vertiente, se circunscribieron a descripciones monográficas y en el mejor de los casos, a simples elaboraciones sociográficas. No se atendió la investigación ambiental.

Durante un tiempo, más específicamente, durante el gobierno de Ramiro de León Carpio, gobierno al que le correspondió iniciar la profundización del modelo neoliberal, se trató de desarrollar conjuntamente con el Estado, otra vertiente económico tecnológica de investigación para el crecimiento agrícola. En este período, al abandonarse la investigación relacionada con los cultivos alimenticios, se fortaleció la investigación en cultivos de exportación no tradicionales (palma africana, arbeja china, col de brusela, etc); fue una investigación centrada, fundamentalmente, en medir las condiciones de adaptabilidad de estos nuevos y exóticos cultivos.

En cuanto se refiere a la investigación científica y tecnológica agrícola que se trata actualmente de desarrollar con una visión funcional holística, las universidades contribuyen a generar las condiciones para desarrollar la investigación que se necesita para hacer mas competitivas las actividades agrícolas de exportación, y a la vez, crear el mercado de productos tecnológicos. En otras palabras, contribuyen a convertir los productos de la investigación científica y tecnológica, en mercancías. En el léxico actual, tratan de que la investigación científica y tecnológica se oriente por la necesidad de acelerar la apertura comercial para lograr una mejor inserción en el contexto internacional globalizado.

Resulta evidente que la investigación científica desarrollada actualmente por las universidades, incluida la Universidad de San Carlos, sólo satisfacerá las necesidades de los agricultores que desarrollan sus actividades en condiciones rentables de producción; las necesidades tecnológicas de los micro y pequeños, quedarán totalmente excluidas. En este sentido, cada vez resulta ms claro que las universidades están contribuyendo, con la investigación científica que realizan, a generar las condiciones necesarias para que las empresas trasnacionales se adueñen del país, a partir del control de los nuevos mercados que sean creados.

También dentro del carácter holístico que se le trata imprimir a la investigación científica que se realiza desde las universidades, se apuntala la política de desarrollo rural gubernamental que tiene actualmente un sentido eminentemente social. Aunque en Guatemala es muy incipiente, desde hace poco más de diez años, se avanza en la investigación ambiental y social. Los estudios sociales que se proponen se concentran, principalmente en la discusión de cómo instrumentar las políticas neoliberales de desarrollo o en cómo los pobladores rurales más pobres pueden adecuarse a ella para atenuar sus efectos; en este sentido son reconocidos los trabajos sobre poder local y capital social desarrollados principalmente por la URL y FLACSO-Guatemala. Para nada se estudia la involución que presenta el desarrollo rural del país.

La investigación que más ha desarrollado la Universidad de San Carlos es la fundamentada en la corriente histórico estructural. Esta ha sido potenciada por las perspectivas sociológicas y antropológica y ha atendido poco lo relativo a la investigación económico productiva. Se trata de investigaciones sólidas que arrojan luz sobre la situación prevaleciente en el medio rural, pero que, lamentablemente, en ellas no se ha estudiado con rigor el desarrollo del capitalismo en el campo ya que ha sido dominante la idea del destino fatal de la proletarización del campesinado y de la explotación capitalista; esto quizás se ha debido a que asumió durante largo tiempo, los objetivos de la insurgencia rural. La universidad nacional ha publicado los resultados de investigación alcanzados por historiadores como Severo Martínez Peláez y Julio Castellanos Cambranes, sociólogos como Edelberto Torres Rivas, Humberto Flores Alvarado y Carlos Figueroa Ibarra.


4. Comentarios finales

La ciencia y la tecnología de un país, reflejan un estado determinado de conocimientos. Ese estado de conocimientos, en el caso de la investigación desarrollada por las universidades del país, por todo lo antes expuesto, es un conjunto de partes y un mosaico de objetivos, que tienen en común su interés por ser funcionales al capitalismo cuyo desarrollo busca el gobierno central.

Para terminar mi exposición presentaré algunas consideraciones o criterios políticos básicos, con fundamento en el estado del conocimiento que he esbozado.

En primer lugar, considero que la investigación científica y tecnológica de la universidad nacional, no debe someterse a propósitos mercantiles. En tal sentido, no debe enfocarse hacia la competitividad sino, sobre todo, a la distribución de la riqueza, asegurando el acceso de los pobladores rurales a los productos de la investigación científica y tecnológica que se generen. La investigación también debe servir para encontrar los medios que permitan poner un freno a la voracidad capitalista y a la apropiación privada de los resultados de la producción científica y tecnológica del país. Debemos tomar en cuenta que la ciencia fundamenta la tecnología y que ésta genera nuevas interrogantes y necesidades; puede aceptarse que tales interrogantes y necesidades son impuestas por los cambios estructurales que genera la economía (acción del mercado), pero también, y en mayor medida, tiene que entenderse que son planteadas por los seres humanos que viven esos cambios estructurales.

En segundo lugar, hay que tener claro que en materia de investigación en ciencia y tecnología para el desarrollo, necesitamos generar una visión propia, que verdaderamente atienda la realidad del país, que sea integradora; en la que los factores sociales, económicos, políticos y culturales que inciden y determinan la capacidad de innovación que como pueblo tenemos, sean correctamente interpretados. Por estar inmersos en un proceso de globalización económica no podemos hacer a un lado, tajantemente, nuestra participación, como país, en los mercados. Es elemental que definamos cuáles son las mercancías con las que tenemos, queremos o debemos participar en esos mercados. En cuanto a la ciencia y tecnología que desarrollemos debemos preguntarnos: ¿Estamos dispuestos a considerar los productos de la investigación científica y tecnológica que se desarrolla desde nuestras universidades como mercancías? ¿Creemos que es lo mejor para nuestro desarrollo, la creación de un mercado de productos tecnológicos?

Un tercer elemento que debe considerarse es la participación específica de la universidad nacional. Esta tiene la responsabilidad indelegable de orientar la investigación científica y tecnológica que realiza, con criterios de seguridad y soberanía nacional. Debe, asimismo, apoyar la formación de recursos humanos para dotar al país de una amplia base científica y tecnológica. Las grandes mayorías del país son campesinas; no son generadoras de riqueza porque no tienen ni viven motivadas por la cultura del lucro. El individualismo que impulsa el capitalismo no va con ellas, su cultura es comunitaria, familiar. La política de investigación científica y tecnológica de la universidad nacional debe tomar en cuenta esta circunstancia.

Concluyamos. Solo hay desarrollo cuando se respetan y se cultivan los derechos humanos fundamentales, sobre todo, el derecho a una vida digna, humana. La investigación científica universitaria no puede estar ajena a estos principios.

Muchas gracias.


NMS/Guatemala, noviembre de 2006.

miércoles, 21 de febrero de 2007

Cansado de tanto calor

¿que podemos hacer para contribuir a evitar el calentamiento global?

Todos sufrimos los efectos del calentamiento global en el ambiente del planeta, pero muy pocas veces hablamos en serio acerca de las causas o de lo que podemos hacer para evitarlo. A continuación dos de las causas mas relevantes del problema y algunas propuestas para reflexionar.

El más importante es el que se refiere a nuestros patrones de consumo, todo nuestro sistema de vida gira en torno al mismo, actividad que obviamente necesitamos ejecutar para subsistir. Sin embargo, en los últimos años hemos degenerado en nuestra forma de obtener los insumos necesarios para subsistir, ocasionando daños irreversibles al ambiente que inciden directamente en el comportamiento climático del planeta.

Y en segundo lugar, pero muy relacionado al anterior, hay que mencionar el impacto que produce en el ambiente el centrar la producción energética en combustibles fósiles, lo cual implica no solo las gasolinas para automóviles, motores industriales, aviones, y sobre todo aquellos combustibles utilizados para generar energía eléctrica para hacer funcionar las grandes ciudades con sus requerimientos tecnológicos y su incansable ritmo de vida, que exige iluminación las 24 horas del día. Sin olvidar toda aquella energía utilizada en crear condiciones climáticas artificiales, calefacción y aire acondicionado, aun en condiciones climáticas favorables como en la ciudad de Guatemala.

Como organizadores del espacio podemos contribuir a evitar estos efectos haciendo propuestas de diseño concientes del problema, complementando su eficiencia utilizando patrones de diseño biolclimático, sirvan de ejemplo las ilustraciones a continuación.

Las siguientes ilustraciones forman parte de la tesis presentada por el autor de este artículo titulada: "Arquitectura para vender: Centros comerciales en la Ciudad de México" cápitulo: Arquitectura bioclimática y centros comerciales. Universidad Nacional Autónoma de México, 1992. La digitalización de las ilustraciones estuvo a cargo del Arq. Heinz Von Anshelm Romero. Aunque el termino patrón se refiere a un concepto bastamente utilizado y de dominio popular, se agradece citar la fuente.




























jueves, 14 de diciembre de 2006

Diseño como actitud de vida












Consideramos necesario superar la creencia en un mito que ha marcado la experiencia de la enseñanza aprendizaje de nuestra disciplina en los últimos docientos años: la arquitectura no se aprende en la escuela, solo con la práctica.

Lo que si se puede aprender en un sistema educativo como el actual es el diseño, sobre todo cuando se somete a un proceso teórico práctico susceptible de ser sistematizado, en otras palabras, un proceso científico, y por ende al involucrar procesos epistemiológicos requiere también de una correspondencia con una forma de pensar, esto es filosofía.

Por supuesto que el diseño también requiere de práctica, por eso son necesarios los talleres, pues la práctica consolida lo teórico, lo hace útil y lo aleja de la concepción de que lo teórico únicamente es una serie de discursos sin beneficio.

Uno de nuestros objetivos es colaborar a través de la docencia y la práctica del diseño en procesos de sensibilización para que la sociedad reconozca que el diseño puede transformar las condiciones actuales de vida y mejorarlas.

Por eso estamos en constante búsqueda de todos aquellas propuestas que colaboren a lograr nuestro objetivo, la reflexión, la crítica, la propuesta experimental y la investigación alternativa juegan un papel importante.

Esto se consolida partiendo de tomar al diseño como actitud de vida, conciente de que la presencia del ser humano en el mundo no es un fenómeno independiente, es una relación entre el individuo con la colectividad y el ambiente donde ejecuta sus actividades cotidianas. Lo anterior implica una ética social paralela a una ética ambiental.

Para fortalecer nuestro impacto en la sociedad formamos parte de la asociación civil no lucrativa diseño+arte+cultura-dac-, plataforma desde la cual un equipo multidisciplinario ejecuta consultorias de diversa indole y desde donde tenemos nuestros programas de educación continua como los talleres de diseño y arte contemporáneo.

Nuestro estudio y taller está ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de Guatemala, es un espacio compartido con artistas y diseñadores, un laboratorio de ideas y centro de documentación, donde les esperamos.

diseño útil y estético -dues-
6 Av. 11-43 Zona 1,
Edificio Pan Am, Oficina 801.
Centro Histórico.
Guatemala.